Vender un país
es lo mismo que meter pichones de tucán
en bolsas plásticas.
Es reducir el territorio de nuestros jaguares hasta extinguirlos.
Marca error el código de barras
cuando se topa con cordilleras
y hermanos que las habitan desde milenios.
Si patentan el maíz con el que nos hizo Dios Sibú,
a todos nos empacan.
Cómo decirlo para que lo escuchen los mangles
y el flamingo rosa no vuele antes de tiempo.
Para que regrese la tortuga baula y no se deje morir en alta mar.
Libre comercio de especies,
de plantas ancestrales,
libre comercio de valores con los que hilamos nuestra idiosincrasia.
Retumba el corazón nuestro cuando se rompe nuestra patria.
Digamos no a esta máquina medidoraque nos arrastra,
que nos corta la voz y la palabra.
Detrás de números,
signos de dólar,
y pistolas automáticas,
aún reflexionamos los ticos.
Canta yigüirro canta,
todavía estamos aquí.
Por: Minor Arias Uva,
Premio Carmen Lyra
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