José Miguel Corrales
Exdiputado
Después de recibir la notificación de la “Gestión de Adición y Aclaración” en que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) rechaza lo que había autorizado en la sentencia No.790-E-2007 del día 12 de abril del 2007 de permitir “la solicitud de recolección de firmas como trámite preliminar para convocar un referéndum que apruebe o impruebe el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos de América”, recordé mi época de jugador futbol, tanto con el Deportivo Saprissa como con el Club Sport Cartaginés. Por eso estoy acostumbrado a que el equipo pierda o gane según así establece el fallo del árbitro, en el cual ambos equipos depositamos nuestra credibilidad y confianza absoluta, a cambio de la imparcialidad y neutralidad.
Dicha cultura de aceptar los fallos de los señores árbitros de futbol permeó mi confianza total y absoluta en los fallos dados por el árbitro. Posteriormente, como estudiante de Derecho, magistrado suplente y abogado litigante, aprendí también a respetar la ley, los jueces y sus sentencias, haciendo propia aquella máxima latina “Res judicata pro veritate habetur ” (La cosa juzgada es tenida por verdad).
De la gloria al dolor. De ahí mi alegría cuando, al recibir el fallo del TSE el 12 de abril del 2007, manifesté que era un día de gloria para la democracia participativa de Costa Rica, al haber dictado la resolución el TSE, que autorizaba a un grupo de ciudadanos la recolección de firmas para convocar a un referéndum, para que el soberano (pueblo) de forma directa apruebe o impruebe el TLC con EE. UU.
Lastimosamente, esta alegría se transformó en consternación, tristeza y dolor, cuando los magistrados del TSE, dejando de lado los principios constitucionales, legales y los principios generales del Derecho, como ejemplo la de lareformatio in pejus, volvieron sobre sus pasos.
Como manifestara el exjuez penal emérito de San José don Carlos Araya cuando analizó la contradicción y exabrupto de los magistrados del TSE, “era como si yo hubiese dictado una resolución de ‘excarcelación’ de un supuesto imputado y posteriormente mediante la ‘adición y aclaración’ o recurso similar, indicara que lo que quise decir en el POR TANTO, era ‘enviarlo a la celda de máxima seguridad carcelaria del sistema penitenciario, por ser un peligro para la ciudadanía’”.
¿Será acaso que los señores magistrados del TSE fueron alertados o asustados por el poder económico y político, de lo que significa devolverle al “soberano” el “pueblo” su poder, para que sin intermediarios de ningún tipo decidiera, en este caso, la suerte del TLC con EE. UU., y minando el poder “absoluto”? Por ello, hago propio y del pueblo costarricense el aforismo Latino “Salus referendum populi suprema lex est ” (“Que el saludo del referéndum del pueblo sea la suprema ley”).
¿Tribunal complaciente? En las democracias, el único soberano es el pueblo. Es el dueño del poder, que lo delega por medio del sufragio en la Asamblea Legislativa (artículo 105 de la Constitución). Además señala, que los funcionarios públicos son simples depositarios del poder (artículo 11), y también señala que la democracia costarricense es participativa (artículo 9) y que puede promulgar leyes (artículo 105).
Por antonomasia, el referéndum es el referéndum ciudadano, el que convoca el 5% de ciudadanos inscritos en el Padrón Electoral, que en nuestro caso es un poco más de 132.000 ciudadanos que actúan por sí, no por delegación. Todo esto y más lo ignoró el TSE. Cuando se le preguntó a don Óscar Arias, a su ministro don Rodrigo Arias, cuál era su reacción con el fallo del Tribunal que revocaba la autorización para referéndum ciudadano y autorizaba el referéndum ejecutivo, dijeron que estaban muy complacidos; agrego yo: ¿cómo no van a estar complacidos con un tribunal complaciente?
¡Bienvenido, referéndum; el pueblo de Costa Rica, aunque bajo protesta, te saluda y te acoge con alegría, a pesar de “un pitazo parcializado” dado en tu contra por el TSE!
1 comentario:
mmmm me pare muy buen blog.. y con un buen contenido pero... se tiene que explicar mejor... porque algunos como nosotros no entendemos algunos terminos...
Publicar un comentario