12.5.07
Iglesia cercada por la neutralidad sobre el TLC
La Iglesia Católica ha tenido un papel influyente en muchos de los procesos de decisión política a lo largo de la historia costarricense, donde figuras como Florencio del Castillo, Monseñor Víctor Sanabria o el padre Benjamín Núñez, fueron protagonistas en la construcción del país.
Hoy, frente al trascendental referendo que decidirá el destino del Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y los Estados Unidos, unos claman porque la Iglesia se mantenga al margen del tema, en particular el gobierno, mientras que otros, incluidos sacerdotes, piden que se respete su derecho a tomar una posición y expresarla abiertamente.
"CALLADITOS MÁS BONITO"
Uno de los más interesados en que la Iglesia evite tomar posición sobre el TLC ha sido el gobierno de Oscar Arias, según lo expresó su ministro de la Presidencia y hermano, Rodrigo Arias.
Arias en declaraciones a un medio televisivo pidió a la Iglesia ser neutral respecto al TLC, y que sus sacerdotes evitaran hablar sobre el tema en sus homilías.
Sin embargo, el gobierno ya destinó a uno de sus ministros, el de la cartera de agricultura, Alfredo Volio, para que lidere la campaña a favor del sí al Tratado y busque los recursos económicos necesarios para ganar en el referendo programado para setiembre de este año.
En este sentido, ya se han presentado quejas ante el obispo sobre sacerdotes que hablan sobre el TLC en estas, como lo expresa Eduardo Rojas, del Movimiento Solidarista, en una carta a Monseñor Hugo Barrantes.
"El pasado domingo 29 de abril en la celebración de la misa de las 5:30 p.m. en la Iglesia de Nuestra Señora de los Desamparados, presidida por el presbítero Róger Campos sacerdote de la parroquia y que estuvo acompañado por un diácono de nombre Federico, quien aprovechó para hacerse cargo de la lectura del santo evangelio y de la correspondiente homilía en la cual hizo referencia precisamente al TLC", dice la carta.
Rojas explica en el documento que el mencionado diácono hizo referencias contra el TLC, en las que explicó que este Tratado forma parte de un proceso que inició con los Programas de Ajuste Estructural y que estos habían aumentado la pobreza y la exclusión en el país.
Según dijo Rojas a UNIVERSIDAD, lo expresado por el diácono durante la misa no tuvo nada que ver con el evangelio, por lo que era inconveniente que se expresara en ese momento.
"Creo que la Iglesia debe ser neutral, porque si alguien se ve afectado porque no se apruebe el TLC se puede molestar con la Iglesia. Además, es difícil determinar si va a haber perjuicios. La Iglesia debe motivar a la gente a participar y ayudar a formar criterio, pero no tomar una posición", dijo Rojas.
Para Rojas, el que los sacerdotes se refieran a favor o en contra del TLC, les da una clara ventaja sobre otros que quieran formar opinión.
La Conferencia Episcopal y el propio Monseñor Barrantes, han llamado a sus sacerdotes para que se abstengan de opinar sobre el TLC en el púlpito, sin embargo, negó que se intentara amordazarlos, al tiempo que abrirá espacios para el debate sobre el acuerdo comercial. (Véase entrevista).
"NO PODEMOS SER NEUTRALES"
Mientras unos piden silencio, otras voces, dentro de esta institución religiosa, piden una posición definida, que guíe a los católicos de cara al referendo sobre el TLC.
Uno de los más vehementes ha sido el Obispo Emérito de San Isidro de El General, Ignacio Trejos, quien tal y como lo hizo durante la pasada elección presidencial, publicó una carta en la que cuestiona la posición de neutralidad de la Iglesia de cara a un tema tan importante.
"Se pide a nuestra Iglesia manifestarse neutral en esta contienda. Eso significaría, ni más ni menos, que desfigurarla totalmente: nuestra Iglesia debe estar siempre del lado de la verdad y de la justicia porque lucha por la paz y debe sembrar el amor", dice Trejos en su carta.
El obispo afirma que no se puede ser neutral frente a un acuerdo comercial que, entre otras cosas, subordina la protección de la vida a la protección del comercio.
"Conocemos ya una serie de ambigüedades como aquella que señala que ninguna disposición de éste se interpretará en el sentido de impedir que una parte adopte medidas que sean necesarias para proteger la salud o la vida humana, animal y vegetal, "siempre y cuando dichas medidas no se apliquen en forma que constituyan una restricción al comercio entre las Partes" (Cfr. Norma 9.14 del TLC). Dicen proteger la vida, siempre y cuando no afectemos su comercio… No. No podemos ser neutrales", añade Trejos.
El prelado llamó a la Iglesia a no tener miedo: "Definitivamente nos hace falta valentía. Nos dice San Pablo que hemos sido bautizados no en espíritu de cobardía, sino de fortaleza. No debemos confundir la prudencia con la pusilanimidad. Cristo prometió estar siempre del lado de la Iglesia y jamás le será dado defraudarla. No tengamos miedo", concluyó Trejos.
ANTIPROFÉTICO Y ANTIEVANGÉLICO
Antes de que la Conferencia Episcopal emitiese su directriz sobre las expresiones de sus sacerdotes, UNIVERSIDAD consultó a algunos curas su opinión sobre las posiciones mantenidas por los obispos.
El Padre Ronal Vargas, explicó que en la diócesis de Tilarán, no se ha limitado la expresión de los sacerdotes sobre el TLC, y más bien el obispo Vittorino Girardi ha promovido la formación de los prelados en el tema.
Meses atrás, esta diócesis emitió un comunicado firmado por 24 sacerdotes que se pronunciaban contra el TLC. Similar acción tomó un grupo de curas de la Diócesis de Alajuela tiempo después.
El Padre Vargas consideró inconveniente que el gobierno solicite de forma alguna neutralidad en el tema, pues en su criterio las homilías sirven para hablar sobre cosas actuales desde un punto de vista evangélico.
"Toda la vida, las homilías y las misas han servido para actualizar la palabra de Dios en lo concreto, en la vida diaria, entonces habría que hablar en la misa sobre el TLC. Que los Obispos nos prohíban hablar de esto lo considero antiprofético y antievangélico, y es un ceder al poder político de una forma muy fea. Me duele mucho como sacerdote esto que está pasando", comentó el Vargas.
Según Vargas, si se cierran los espacios "litúrgicos", el buscará otras formas de comunicarse con la gente. "Si me prohíben hablar en la liturgia, lo respeto, pero doy la bendición final y le digo a la gente "siéntense un momentito" y les hablaría", dijo.
Vargas estimó que se ha discriminado a los sacerdotes, según las posiciones en contra o a favor del TLC.
"En Tilarán yo no siento mordaza, a mí me han dejado participar en manifestaciones y decir cosas. Otros obispos están siendo muy duros con sus sacerdotes; pero lo peor es que son duros con los sacerdotes que estamos en contra de TLC, con otros que están a favor del TLC, los obispos han dejado más manga larga, la prueba es el padre Mauricio Víquez, que escribe tan abiertamente del TLC en La Nación, y no he oído a ningún obispo decir nada de eso", comentó Vargas.
Vargas, absuelto recientemente en un juicio por injurias planteado por el alcalde de La Cruz, Carlos Matías Gonzaga, por denunciar el traspaso de tierras del IDA a una sociedad anónima del presidente Oscar Arias y su hermano Rodrigo, afirmó que esta institución no puede ceder a la neutralidad.
"La posición de la Iglesia no puede ser neutral, sino a favor de la verdad y a favor de la justicia, por eso callarnos a los sacerdotes, es querer callar la palabra de Dios, es querer silenciar ese profetismo que tiene la Iglesia", concluyó Vargas.
El también sacerdote y teólogo, Miguel Picado, indicó que la Iglesia debe aprovechar todos sus recursos para promover el debate que Oscar Arias evitó hacer durante la campaña electoral.
"Se debe hacer el esfuerzo por utilizar todos los recursos: las parroquias y los medios de comunicación como radio Fides y el semanario Eco Católico, para promover el debate, recordando que el presidente evitó debatir sobre el TLC, que era su principal punto de campaña y eso es muy contradictorio", expresó Picado.
Para Picado, la decisión de los obispos de limitar la expresión de los sacerdotes los reduce a "ciudadanos de segunda categoría", y le extraña que no se quiera meter en un asunto que no tiene que ver con partidos políticos, como lo prohíbe el derecho canónico, sino que es una decisión muy importante para el país.
"La Iglesia da la impresión, con tanto titubeo, que no fue capaz de orientar al pueblo costarricense en un asunto tan decisivo, en un asunto tan grave que compromete la soberanía del país, que compromete la seguridad alimentaria y la existencia del campesinado. Renunció a su misión de orientar", concluyó Picado.
Javier Córdoba redactor del Semanario Universidad
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
Para mí, el problema está en que la iglesia ejerce una influencia importante en la gente, y esa influencia ha sido usada de muchas formas en el pasado.
En mi humilde opinión, Hugo Barrantes no debería tomar partido, no tan a la ligera. El mismo explica muy bien las razones en una carta dirigida al Cardenal Angelo Sodano con relación al TLC
http://costaricasolidaria.com/index.php?option=com_content&task=view&id=29&Itemid=1
El mismo le pidió a los padres no hablar del TLC en misa, por ejemplo “El púlpito está para el Evangelio (...) El sacerdote ahí es ministro de la Iglesia y no debe tomar una posición”
http://www.nacion.com/ln_ee/2007/abril/27/pais1076811.html
"Nunca hemos estado en contra del TLC. Nosotros sí hemos cuestionado éticamente de que el Tratado de Libre Comercio es muy complicado y que le corresponde decidir a quienes elegimos en el primer poder de la República, en los actuales diputados. Ellos son los que tienen que decidir después de escuchar al pueblo".
http://www.nacion.com/ln_ee/2006/junio/23/pais0.html
En fin, creo que esta posición era más apropiada para el obispo.
Por desinformación, posiblemente, Barrantes incurrió en lo que puede considerarse un error (otros menos benevolentes podrían considerarlo una mentira mal intensionada e irresponsable).
Ver artículo "Las verdades del Obispo"
http://www.nacion.com/ln_ee/2007/mayo/13/opinion1094202.html
Publicar un comentario