17.6.07

Un suculento menú: En varios ámbitos, el tono de la confrontación sube y la pasión enceguece

Rolando Araya Monge

No escribo este artículo porque me hayan herido las constantes insinuaciones e indirectas de Julio Rodríguez, ni siquiera por el sentido sarcástico de usar la palabra 'cuántico' para afilar sus dardos. Lo hago para aclarar cuestiones importantes para los costarricenses.

No creí necesario referirme a la alusión hecha en un editorial por haber criticado la decisión del TSE de virar y aceptar la fórmula del decreto legislativo para convocar el referendo. Pero don Julio insiste y recientemente puso mi nombre en uno de sus frecuentes ataques a quienes combatimos este TLC tan mal negociado, tan innecesario y dañino para Costa Rica.

Lamentablemente, ya se ha generado una división en la sociedad costarricense y esto puede tener consecuencias peores. No reconocer la crisis política que se empezó a agravar desde principios de los 90, ignorar el resultado de las anteriores elecciones y referirse a la oposición al TLC como 'cuatro gatos extremistas' ha sido un gran error de esta administración, avivado por los constantes disparos desde la columna de don Julio.

Prepotencia. Presentar a un respetable grupo de organizaciones tan variado, donde figuran intelectuales de todo el abanico ideológico nacional, empresarios, académicos respetados y reconocidos líderes religiosos y políticos, como parte de 'voraces sindicatos filocomunistas', una especie de parásitos de la sociedad, ha herido también el alma nacional y crispa las actitudes. Lamentablemente, las prédicas de paz de otrora se han trocado en una prepotencia desafiante, capaz de presentar la confrontación como un combate entre altivas águilas e insignificantes caracoles. Estas palabras atizan violencia.

La columnaEn Vela no debe ir tan lejos para encontrar adversarios, ni citar frases de otros medios. Entre sus colegas deOjo Crítico yEn Guardia , tendría para entretenerse bastante. El domingo 27 de mayo, en un lúcido ensayo, Rodolfo Cerdas hace una defensa de la institucionalidad y, advirtiendo el peligro del anarquismo callejero, califica de autoritarismo plutocrático la 'tentación de violentar las normas y las instituciones', como parte de las acciones del Gobierno. ¿Tiranía en democracia?

Don Rodolfo denuncia también el intento de saltarse contrapesos institucionales, imposible de lograr sin levantar 'un cesarismo gubernamental que ignora la oposición'. Y, más grave aún, afirma que 'los partidarios del sí quieren eliminar frenos y contrapesos, soltar las amarras al Ejecutivo... y abrirle paso a un bonapartismo criollo'. Es decir, 'desean aquí lo que le repudian a Chávez: concentración de poder y gobierno por decreto'. Nadie en contra del TLC ha llegado a hacer afirmaciones como estas.

Paradojas. El propio Dr. Cerdas afirma que la Sala IV, en el 'más cuestionable de sus votos', reformó la Constitución Política para permitir la reelección presidencial. ¿Un bazucazo? Guido Sáenz relata en un libro suyo cómo don Óscar Arias le contó que un magistrado lo había traicionado en el primer voto contra la reelección. ¿Torciendo brazos también a los magistrados? ¿Por qué, entonces, rasgarse las vestiduras porque yo hable de compadrazgos en las relaciones entre poderes? Lo que es bueno para el ganso...

Pero esto no basta. Don Jorge Guardia, defensor del TLC y de la ideología que lo sustenta, también columnista en el mismo espacio, sostuvo el 29 de mayo, sin disimulo alguno, que 'muchos hemos estado hablando paja', cuando admite una afirmación hecha en un estudio de la CEPAL, según el cual las conclusiones sobre los efectos del TLC en crecimiento, pobreza y desigualdad 'no se han amparado en un estudio cuantitativo riguroso de sus posibles implicaciones socioeconómicas'. ¿Es don Jorge Guardia otro repudiable 'sabio' de esos que critican el TLC, sin saber nada?

'Sin TLC, la economía seguiría creciendo con vigor, según el escenario base, un 5,5% real', sostieneEn Guardia . Y se hace eco de lo que afirma el economista Luis Mesalles sobre la ineficacia del TLC, 'ni pócima maldita, ni pomada canaria'. ¿Para qué, entonces, este tremendo enfrentamiento que ha partido en dos a Costa Rica y suscita ataques de tanta violencia verbal? Y todavía más: según la información citada, con el TLC, lo que subirán son las importaciones, y no las exportaciones, como sostiene la millonaria propaganda del sí. El aumento del PIB solo incluiría un insignificante 0,2% por el lado de las exportaciones. Y léase esto, dicho por Guardia: 'La paradoja es que los exportadores anhelaban el TLC para exportar más y podrían terminar perdiendo'. Eso sí, al estimularse las importaciones y el mercado interno, se multiplicarían las ventas del comercio. '¿No se está produciendo algo de eso sin TLC?', dice este culto y ameno economista. ¿Cómo justificar esta innecesaria ofensiva? Pero, en otros ámbitos, el tono de la confrontación sube y la pasión enceguece. Ahí tiene don Julio un suculento menú para diversificar sus adversarios y sus ataques.

Que los hermanos estén unidos,
esa es la ley primera.
Que tengan unión verdadera
en cualquier tiempo que fuera...
Por que si entre ellos se pelean,
los devorarán los de afuera'
- Martín Fierro -




La mayor parte de mi vida la dediqué a la total liberación de mi pequeña Patria.

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