"En 1983 el presidente Reagan reconoció a todos los países del mundo las 200 millas de zona económica exclusiva, pero hay algunas personas que no leyeron antes de hablar".
Estados Unidos participó de manera destacada en las conversaciones que culminaron con la Convención en 1982, pero rehusó ratificarla por objeciones respecto a las disposiciones sobre actividades mineras en el fondo marino profundo. En la Declaración de la Política de los Océanos, en 1983, el presidente Ronald Reagan anunció el compromiso de Estados Unidos con los principios de la UNCLOS (Convención del Derecho del Mar), con excepción de las disposiciones sobre la explotación minera. Véase: http://usinfo.state.gov/journals/itgic/0404/ijgs/gj02.htm
La convención fue completada en 1982. Estados Unidos aceptó todas las provisiones, con excepción de la Parte XI, que se refiere a la extracción de minerales en mares profundos y que establece la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos para regular y autorizar la exploración y la minería en el fondo marino.
Estados Unidos objetó esas provisiones porque, tanto ellos como otros con intereses económicos más grandes en juego, no tenían influencia adecuada sobre decisiones futuras, señaló Hayes. El entonces presidente Ronald Reagan rehusó firmar la convención pero en 1983 emitió la Declaración de Política Marina, que establece que Estados Unidos aceptaría, y que actuaría en concordancia con las mismas, todas las provisiones (de la convención), con excepción de la Parte XI.
Hayes añadió que en 1994 cuando la convención entró en vigor, las naciones participantes enmendaron la parte XI de modo que las provisiones se hicieran aceptables para Estados Unidos y otros países, pero el Senado de Estados Unidos todavía no ha ratificado la convención. Véase:
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