4.12.07

Despiden a 300 personas en textilera

Despiden a 300 personas en textiler de Pavas
Más de 300 personas pierden su empleo por cierre
de textilera que les forzó a favorecer el TLC

Semanario Universidad

"Votamos por el "Sí" al Tratado de Libre Comercio
porque pensamos que así podríamos sostener nuestro
trabajo. Me siento engañada, decepcionada y
defraudada"

Con esas palabras resumió su malestar una
extrabajadora de la empresa Manufacturera W.R. de
Alajuela S.A., cuyo nombre corporativo es VF
Jeanswear y que anunció el cierre de sus operaciones
en Costa Rica el pasado 9 de noviembre.

La fábrica, ubicada en Pavas, se dedica a la
confección de pantalones de mezclilla marca "Lee" y
"Wrangler", y ese día poco más de 400 personas
fueron notificadas de que perderían su trabajo.

El despido de la primera línea de producción, que
empleaba a más de 300 personas, se hizo efectivo el
20 de noviembre; mientras que una segunda línea, de
80, se mantendrá en operaciones hasta marzo del año
entrante.

La noticia ha caído como un balde de agua fría entre
el sector laboral, pues uno de los argumentos
medulares de la campaña a favor del Tratado de Libre
Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y
Estados Unidos (TLC) fue precisamente el tema del
empleo, tanto por el riesgo de perderlo si no se
aprobaba, como por la bonanza de puestos de trabajo
que habría tras su ratificación.

Incluso, algunas personas que laboraban para la
empresa manifestaron al programa Radio 8 de Octubre,
de Radio U, que "fueron llevados durante horas
laborales, con goce de salario, a una marcha que
realizó el sector empresarial a favor del TLC, hace
aproximadamente dos años".

María (nombre ficticio), quien solicitó el anonimato
-pues al momento de hablar con UNIVERSIDAD aún no
había recibido pagos de liquidación ni de la
asociación solidarista- , informó que la mayoría de
las personas despedidas son madres solteras y
endeudadas.

"En mi caso, es muy difícil conseguir trabajo cuando
se es mayor de 40 años; tras 15 años duros, ahora se
me cierran las puertas por haber laborado todo este
tiempo en la misma cosa", añadió con indignación.

Juan Ballestero, administrador de la Asociación
Solidarista de la empresa, indicó que los dueños
estadounidenses resumieron sus razones para cerrar,
en que "no cabemos en el presupuesto, pues no se
cumplieron las expectativas de producción".

Ballestero informó que la empresa -desde principios
de año- comunicó a todo el personal que sus puestos
de trabajo estarían seguros durante todo el 2007,
por lo que "se les pagó por sus servicios hasta fin
de año; la empresa tiene suficiente dinero para
cubrir todos esos gastos salariales y de garantías
sociales".

Se intentó buscar el criterio de Franco Pino,
Gerente de Planta, así como de Blanca Mora, jefa de
Recursos Humanos, mas al contactar la empresa, se
informó que la única persona autorizada para dar
declaraciones es Gerardo Caspagñet -vicepresidente- ,
quien se encuentra en Estados Unidos.

Mano de obra barata

Juana (nombre ficticio), otra exempleada de la
empresa, que por las mismas razones solicitó que no
se divulgara su identidad, recordó que a finales del
año pasado fueron informados del cierre de una
planta que la empresa tenía en Coronado, pero sus
patronos no dieron ninguna razón para ello. "A
principios de este año, anunciaron el cierre de otra
fábrica en La Uruca, y tampoco dieron razón". Tanto
ella como María, pertenecen a la línea de producción
que ya fue totalmente cerrada.

La extrabajadora informó que a principios de año, la
empresa les garantizó la estabilidad laboral para
todo el 2007; "pero, quedó la pregunta en el aire
sobre el año entrante".

"En una reunión celebrada en el mes de abril, un
compañero preguntó por qué las plantas que eran
cerradas acá aparecían misteriosamente en Nicaragua,
y los dueños reconocieron el traslado", detalló. De
acuerdo con María, "la razón que nos dieron es que
la mano de obra en Nicaragua y Honduras es más
barata".

La fuente manifestó que las condiciones de trabajo
eran buenas, ya que "hacían ejercicios rutinarios
para desestresarnos y pagaban bien; ahora tengo que
ver qué me sale".
Por su parte, María indicó que la empresa ofreció trabajo
para algunas personas que estuvieran dispuestas a irse
a Nicaragua, a entrenar a las nuevas personas contratadas
allá.

Diputadas

A pesar de que al inicio de su testimonio Juana se
mostró nerviosa, de manera tajante criticó algunos
hechos en torno a sus puestos de trabajo: "una burla
para nosotros fue que se presentara gente del "Sí"
durante la campaña (del referendo), para hacer
reuniones con los trabajadores" .

En este sentido, puntualizó que una diputada del
Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) y otra del
Partido Liberación Nacional (PLN) llegaron unas
semanas antes del 7 de octubre "y nos dieron
seguridad de que con el Tratado de Libre Comercio
habría más trabajo, aunque no se refirieron a la
estabilidad en la fábrica".

La visita de Lorena Vázquez, del PUSC, y Janina Del
Vecchio, del PLN, fue confirmada a UNIVERSIDAD
por Juan Ballestero, quien puntualizó que dicha

presentación "fue orientada a todo lo que tiene que
ver con el TLC y sus beneficios, como el trabajo;
pero, antes de traerlas se nos dijo que las
circunstancias en la empresa eran las mismas,
posición que ellas respetaron".

La diputada Vázquez manifestó que prefería no
referirse al tema, dado que no conocía el caso del
cierre de la fábrica maquiladora.

Por su parte, Del Vecchio consideró que decisiones
de ese tipo se tomaron ante la inseguridad jurídica
de no saber si el TLC sería aprobado.

"Que se apruebe el TLC no significa que las empresas
que ya están se vayan a mantener en el país; eso es
decisión de cada una de ellas, aunque nos cause
dolor", expresó.

La legisladora hizo ver que el Tratado aún no está
vigente, y que "las empresas tienen que tomar
decisiones muy rápido y dieron dos años mientras se
discutía". Por eso, atribuyó a los atrasos la culpa
de que una empresa anuncie que traslada sus
operaciones fuera del país.

Al planteársele que la mencionada empresa encuentra
mano de obra más barata en Nicaragua y por ello se
va del país, Del Vecchio aseveró que se trata de un
derecho que tienen las empresas; "eso es el libre
comercio y tiene la potestad de cambiar a
trabajadores hábiles costarricenses por mano de obra
más barata".

En su opinión, el sector empresarial hizo grandes
esfuerzos durante mucho tiempo, mientras el país
decidía sobre el TLC; sin embargo, "desde que
entramos al gobierno estas empresas ya estaban en
proceso de moverse", precisó.

Según Del Vecchio, cuando visitaron fábricas para
hablar con los empleados, "les hablamos de los
riesgos que corrían casualmente por el atraso en la
aprobación" (del TLC).

Campaña del miedo y terror

Por su lado, Edgar Morales, subsecretario general de
la Asociación Nacional de Empleados Públicos y
Privados (ANEP), lamentó los despidos en la
industria de la maquila.

"Esto demuestra la campaña de miedo y terror que
denigró a muchos trabajadores, pues (durante la
campaña del referendo) todos los días sentían los
embates de los empresarios, los diputados y el
gobierno, sobre todo del sector empresarial ligado a
los grandes exportadores" .
Morales sumó a esto, el caso de la empresa Atlas
Eléctrica, la cual anunció su venta a la mexicana
Mabe por $72 millones (¢36.251.280. 000 a ¢503,49 el
dólar) al día siguiente del referendo.

"Todo esto demuestra de manera efectiva, el fraude
al que fuimos sometidos por el Gobierno; el grupo
oficialista de 38 diputados; por parte del
memorándum Casas-Sánchez, que fue la forma en que la
tendencia del "Sí" hizo el trabajo sucio, dirigida
desde la Casa Presidencial y la embajada de Estados
Unidos", censuró el sindicalista.

Fuente: Semanario
La mayor parte de mi vida la dediqué a la total liberación de mi pequeña Patria.

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